La Vega, RD
Un destacado maestro e historiador recordó recientemente, a través de un artículo periodístico publicado en un importante medio de comunicación, la escandalosa historia de la República Dominicana en el siglo 19 y en las primeras décadas del siglo 20, caracterizada por un increíble desorden, y mencionó, solo como un ejemplo, que en el año 1904 teníamos tres gobiernos al mismo tiempo y agregamos nosotros que eran tres gobiernos diferentes, obviamente, y dirigidos por caudillos que utilizaban las armas, a través de las revoluciones, para imponer pretensiones, de ellos y de grupos sociales, y satisfacer apetitos financieros, de ellos y de grupos sociales, a través de los únicos ingresos públicos que recibía el gobierno que eran, en aquel entonces, los impuestos de las importaciones y de las exportaciones de bienes.
Esa escandalosa historia de increíbles desórdenes mantenía al país, como lo señaló otro muy prestigioso maestro e historiador Dominicano, bajo un atraso equivalente, más o menos, a 200 años con relación a otros países. El desorden era tal que un poderoso país vecino, que no soportó que tan cerca de ellos se viviera de manera tan incivilizada, realizó en el año 1916 una vergonzosa, para nosotros, invasión u ocupación militar de 8 años a nuestro territorio, la primera de varias, y aun bajo esas circunstancias militares ese ejercito extranjero no pudo corregir esa manera de vivir, tan escandalosa e incivilizada, de nosotros los Dominicanos ya que inmediatamente se marcharon volvimos a promover y a desarrollar esas luchas fratricidas por las cuales Eugenio María de Hostos, en los últimos años de su vida, sufrió una gran depresión y decepción porque no comprendía como éramos capaces de autodestruirnos de esa manera. Del año 1844 al año 1916, solo en esos 72 años, se juramentaron, utilizando la media aritmética, un presidente, o un consejo de presidentes, cada 11 meses, reiteramos, uno cada 11 meses. Recientemente, y de manera desafortunada, los Dominicanos hemos abierto otro capítulo de luchas fratricidas cuyos escenarios no serán los campos y las entradas de la ciudad de Santo Domingo, como en el pasado, y si serán los tribunales de una débil institución judicial.
Recordamos que la politología es la ciencia social que estudia la política y que política es el conjunto de actividades para administrar y dirigir el estado.
Preguntar a tus padres, abuelos, tutores(a) y profesores(a) si ellos conocen como pudimos los Dominicanos abandonar esos increíbles desordenes y luego tomar el camino hacia la civilización y el progreso.