La Vega, RD

 

 

El pasado Jueves 10 de Noviembre del año 2022 una conocida organización internacional, posiblemente la más conocida, solicitó a la República Dominicana detener las deportaciones de los(a) ciudadanos(a) de la Republica de Haití cuyo estado migratorio es ilegal en la República Dominicana.

 

La mayoría de los(a) Dominicanos(a) han “rasgado sus vestiduras”, es decir, han sentido indignación porque una conocida organización internacional, posiblemente la más conocida, solicitó a la República Dominicana detener las deportaciones de los(a) ciudadanos(a) de la Republica de Haití cuyo estado migratorio es ilegal en la República Dominicana.

 

 

Es entendible que una conocida organización internacional realice ese tipo de solicitudes, y otras, a la República Dominicana ya que, mientras se estimaron, más o menos, 4 mil fallecidos durante la sangrienta revolución, y posterior independencia, de la República de Haití contra sus colonizadores Europeos en el siglo 19, los(a) Dominicanos(a) nos auto acusamos de manera alegre de un supuesto genocidio en el cual se estiman, sin pruebas, más de 34 mil ciudadanos fallecidos de la República de Haití en el siglo 20.

 

 

A continuación, transcribimos, más o menos, un párrafo publicado por nosotros en otro artículo periodístico. Los(a) Dominicanos(a) nos auto acusamos alegremente de un genocidio llamado El Corte del 1937 que hasta un título se le asignó, como a los libros y a las películas, con la intención de revestirlo de validez. El presidente de nuestros vecinos insulares, en aquel entonces y a propósito de ese desafortunado acontecimiento, estimó 12 mil fallecidos, luego un ex presidente Dominicano corrige la cifra de nuestros vecinos y estima, nada más y nada menos que, 16 mil fallecidos y más tarde, como si aún fueran pocos, un historiador Dominicano vuelve a estimar la cifra de nuestros vecinos y calcula 34 mil fallecidos. Un solo fallecido, bajo aquellas circunstancias, es muy importante e inaceptable, sin embargo, estamos realizando estimaciones sin pruebas, es decir, si no existen pruebas pudieron ser 34 mil fallecidos pero también pudieron ser solo algunas decenas de fallecidos que, reiteramos, un solo fallecido, bajo aquellas circunstancias, es muy importante e inaceptable. Las dimensiones de ese lamentable acontecimiento representan una falacia, porque no existen pruebas, que repetimos alegremente auto acusándonos y colocando a nuestra nación en una posición de desventaja, innecesaria, en todas las conversaciones que hemos realizado, en las últimas décadas, y que realizaremos, en el futuro, con nuestros vecinos insulares y con la comunidad internacional. Si continuamos auto dañando a nuestra nación, con esa falacia y con otras similares, terminaremos asumiendo nosotros todas, absolutamente todas, las responsabilidades de la comunidad internacional frente a nuestros vecinos insulares porque recordamos, como un solo ejemplo, que en la independencia de nuestros vecinos insulares, cuando los esclavos se rebelaron contra los amos Europeos, solo se estimaron, más o menos, 4 mil fallecidos y si el ejercito Dominicano, que no existen pruebas, en el año 1937 asesinó 34 mil vecinos, entonces, también por lógica nuestra nación seria, que no es así tampoco, la única responsable de todos los infortunios de nuestros vecinos insulares exonerando así, de todas las responsabilidades, a la comunidad internacional y al imperio que explotaba aquella colonia en los siglos 18 y 19.

 

 

 

 

Preguntar a tus padres, abuelos, tutores(a) y profesores(a) si ellos(a) recuerdan descubrimientos de fosas con osamentas humanas que puedan documentar, como pruebas, la auto acusación que realiza la República Dominicana a propósito de un genocidio de ciudadanos(a) de la Republica de Haití.

 

 

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